Inicia la conversación...

Ya ha pasado el tiempo límite, mi cerebro ya no aguanta más. ¿Cuánto? Dos semanas desde la última vez que te vi, desde la última vez que hablamos. Ya sí que empiezo con mis “brotes psicóticos de enamoramiento“ y “mi locura transitoria”, lo siento, pero es superior a mí. Comerme la cabeza una y otra vez. Mirar el chat de Tuenti y pensar “venga, empieza con una conversación, hazlo como hacías antes”. Comenzar con las historias antes de dormir.. Sí sería tan genial sí… No puedo echarte la culpa, después de todo. Pero sería tan genial si saliera de tu boca, o de tu teclado. Imagínalo, tú y yo (y los demás, prefiero no pensarlo) otra noche, una de esa noche. Una de Sábado. Por favor, inicia la jodida conversación.

Hoy...

Estoy nerviosa. Hasta el punto de poder decirse histérica. Hoy he estado con él. Bueno, no exactamente. Iba caminando por la calle y de repente, oí su voz. Un millón de escalofríos a la vez hicieron que el vello se me pusiera de punta. El corazón empezó a latirme más deprisa. ¿Y qué hice yo? Pues ignorarle. Eso es lo que voy a hacer durante todos los fines de semana. Pero esa decisión no termina de convencerla. Ella sabe que es fuerte, y que si se lo propone, lo logra. Aunque eso se lo dice la mente... y no el corazón. Ya estoy harta. De que te guste y no te veas saliendo conmigo. De que me abraces y yo sonría como una tonta. De que me digas te quiero, y no pueda creérmelo. De que me mires, y yo me sonroje. De que vengas a buscarme a todas horas. Porque me confundes. Porque ya no sé si esto es amor, obsesión, o qué es...

Él.

-A veces pienso que todo es una mierda.
+¿Por qué?
-Porque todo está en medio.
+¿En medio de qué?
-De lo que quiero.
+¿Y... qué es lo que quieres ?
-Estar junto a él...
+¿Quién es él?
-La persona que me devolvió las ganas de vivir.

Diciembre.

Me huele a Navidad, frío... y depresión.

Déjame sola, ¿quieres?

-Necesito poner en orden mis pensamientos.

-Necesito saber qué siento por ti.

-Necesito saber cuánto te importo.

-Necesito aclararme yo para saber que decirte a ti.

Quiero...

-Y tú, ¿ Qué quieres ?

-Mmmm, quiero tocar las estrellas, quiero una casa en primera linea de playa, quiero tener un pony...

-No, boba, sabes a lo que me refiero..

-Lo se, lo se

-Pues venga, respóndeme..

-¿Puedes repetirme la pregunta?

-¿Otra vez?

-Sí, venga..

-Está bien.. Y tú, ¿Qué quieres?

-¿Que qué quiero? Quiero levantarme por las mañanas y ver tu cara nada más abrir los ojos, quiero que me llames todos los días, que te preocupes si no estoy bien, que me preguntes, que me llames princesa, que me abraces, que me beses, que te pongas celoso de otros chicos, quiero tenerte cerca, que intentes hacerme reír, que te mueras por verme todos los días, que no llegues tarde, que salgas unicamente para verme a mi, que no dejes de lado a tus amigos por mi, que vivas cada día como si fuese el primero, que me digas te quiero cuando lo sientas, quiero vivir un sueño, nuestro sueño.

Halloween.

Halloween Night.

Me piro al pueblo.

Disfraces + Película de miedo + Cementerio = ¡Desfase!

Sólo me faltas tú...

Alberto.

(L)

ESCAPAR.

Eso es lo que quiero hacer yo ahora mismo.

Escapar de todo esto, no volver a saber nada más de nada ni de nadie.

Crear mi propio mundo en el que sólo exista yo.

¿Te imaginas...?

Mi mundo.

Quiero un mundo en el que poder tomar mis propias decisiones, un mundo en el que pueda hacer lo que yo quiera, como yo quiera y para lo que yo quiera.

Porque esta no es la vida que me prometieron.

¿Dónde está el mundo de color rosa? ¿Dónde está el príncipe azul para cada princesa? ¿Dónde están los finales felices de todos los cuentos? ¿Dónde está el amor mutuo infinito?

¿DÓNDE ESTÁ TODO ESO?

Mi ángel de la guarda me abandonó.

Se rindió y me dijo: No tienes solución.

191O1O#

Me he imaginado tantas veces contigo que cuando al fin te tuve enfrente sólo pude estar callada. Di de qué manera o forma conseguiste que por ti rompiera mis normas.
¿Qué decir si todo fluye? Que te quiero, ¿no? Que eres un cielo por llevarme hasta las nubes.
Eres mi otra parte, mi Yang, aquello que encontré cuando me cansé de tanto buscar.
NO ME HARÉ RESPONSABLE DEL AYER PERO DE HOY SÍ.

Dejarse llevar suena demasiado bien.

Recuerda que este barco lo has hundido tú.

Ya sé lo que necesito.

Necesito una explicación acerca del amor, acerca de todo esto que estoy sintiendo. Y a poder ser, también necesito un porqué.

¿Por qué tú? ¿Por qué ahora? ¿Por qué no pasó todo esto en su momento?

Corazoncito mío, ¿puedes dejar de ser tan sadomasoquista?

¿Por qué te gusta tanto hacerte daño a ti mismo? Piensa un poco en mí, ¿no? Porque si tú te haces daño, me arrastras a mí también a pasarlo mal.

Parezco tonta. Un absurdo órgano no va a dejar de enamorarse de personas no correspondidas sólo porque su dueña se lo pida.

- Pensamientos paranoicos de una tarde de invierno.

Querida Mafalda, cuando encuentres la respuesta a esa pregunta, no dudes en informarme de ello.

- Atentamente: Aran.

¿DÓNDE ESTÁ MI MANUAL DE INSTRUCCIONES?

Hoy, es cuando compruebo que aquel collage que hice hace años, con aquella pequeña e insignificante frase... tenía y sigue teniendo razón.

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No entiendo nada, no me entiendo ni a mí misma.

¿Qué me está pasando?

-No sé si sabes que ya no se me ocurre cómo quererte. Lo he hecho con rabia, con angustia, con fuerza, con miedo, casi por rutina, con cada palabra que he escrito para ti. Y ahora ya no se me ocurre cómo.
O tú me has quitado las ganas de hacerlo o yo estoy a punto de rendirme.
¿Sabes? No sé cual de las dos opciones duele más.

Paso. Paso de ti, de tus tonterias, de tus excusas, de tu todo. Me has hecho cambiar, al menos, algo bueno.

Ahora, ahora todo este tiempo perdido lo usaré para recuperarlo en mí misma, en todo lo que me queda aún. Porque gracias a ti, he entendido que no merece la pena sacrificarse por alguien que no siente ni la mitad de lo que yo he sentido. Y con alguien que no me valore, no pienso estar.

¿Te cuento un secreto?

Desde hace mucho tiempo estoy enamorada de ti.

Me enamoré hace tiempo, de eso estoy segura.
Aunque creo que era tan pequeña que no me di cuenta. Pero al verte de nuevo, debajo de la nieve, te recordé. Y recordé lo que sentía.